PRIMER DÍA
Volar a Ammán con Royal Jordanian es una apuesta segura. Por lo que pude ver dispone de buenos y cómodos aviones (todo lo que pueden serlo esos aparatos), con pantallas individuales de TV. Según me informé en su página web (disponible sólo en árabe y en inglés) en vuelos inferiores a dos horas te dan un refrigerio y en los que superen las dos (era mi caso) una comida, que suele consistir en pollo, ternera o pescado a escoger. Pero vayamos por partes.
A la hora de escoger el viaje, y por primera vez en mucho tiempo, el contrato se hizo por la web de Atrápalo con tiempo suficiente y aprovechando una buena oferta. La mayorista era la hasta ahora desconocida por mí Image Tours. He de decir que la gestión fue perfecta. Desde Atrápalo se encargaron de todo y sólo necesitaron un número de tarjeta de crédito (también se puede hacer el pago por transferencia) y los datos de los pasaportes. Unos días antes de la fecha de salida mandaron los billetes por mensajero a la dirección facilitada, con la información suficiente, los bonos, un portadocumentos por habitación y una pequeña pero práctica guía de Jordania y Siria. El día del viaje, 6 de marzo, sólo tenías que presentarte dos horas antes en el mostrador de la compañía aérea para facturar las maletas.
Volar a Ammán con Royal Jordanian es una apuesta segura. Por lo que pude ver dispone de buenos y cómodos aviones (todo lo que pueden serlo esos aparatos), con pantallas individuales de TV. Según me informé en su página web (disponible sólo en árabe y en inglés) en vuelos inferiores a dos horas te dan un refrigerio y en los que superen las dos (era mi caso) una comida, que suele consistir en pollo, ternera o pescado a escoger. Pero vayamos por partes.
A la hora de escoger el viaje, y por primera vez en mucho tiempo, el contrato se hizo por la web de Atrápalo con tiempo suficiente y aprovechando una buena oferta. La mayorista era la hasta ahora desconocida por mí Image Tours. He de decir que la gestión fue perfecta. Desde Atrápalo se encargaron de todo y sólo necesitaron un número de tarjeta de crédito (también se puede hacer el pago por transferencia) y los datos de los pasaportes. Unos días antes de la fecha de salida mandaron los billetes por mensajero a la dirección facilitada, con la información suficiente, los bonos, un portadocumentos por habitación y una pequeña pero práctica guía de Jordania y Siria. El día del viaje, 6 de marzo, sólo tenías que presentarte dos horas antes en el mostrador de la compañía aérea para facturar las maletas.
Como me gusta hacer estas cosas con tiempo, el día anterior, 24 horas antes de la salida (teniendo en cuenta la hora de diferencia que hay con Jordania), hice la reserva de asientos por lo que en principio sólo necesitaba pasar por ventanilla para facturar el equipaje.
La salida del vuelo se efectúa a las 14.05 horas en punto y el avión iba repleto. Durante el viaje, que dura 4 horas 20 minutos desde Barcelona, tuve ocasión de saber que algunos de los pasajeros iban a Ammán pero sólo para hacer escala para ir a Damasco, la capital de Siria.
Como estaba previsto nos dieron la comida. Primero nos traen unas toallitas húmedas para lavarnos las manos. Luego nos ofrecen una bebida y unos cacahuetes para ir abriendo boca. Me apetece tomar un zumo de mango así que lo pido junto con un poco de agua. No hay ningún problema. Para comer escojo el pollo y me dan un plato con pollo al curry, arroz blanco y espinacas. Estaba muy bueno y según me dicen la ternera y el pescado también lo estaban. Como acompañamiento nos dan una pequeña ensaladita, un bollito de pan con un quesito President, tostadas con mantequilla y un pastelito de chocolate que estaba buenísimo. Como nunca tomo café escojo una taza de té con leche.
Como dije al principio, los asientos disponen de TV individual. En ella puedes escoger dentro de una cantidad respetable de películas, que van desde algunas actuales como El discurso del rey, Valor de ley o Burlesque a otras clásicas como son El príncipe valiente o La vuelta al mundo en ochenta días. La única pega es que ninguna está disponible en español, ni siquiera con subtítulos en español o en inglés. Me tuve que conformar con ver Burlesque en inglés con subtítulos en árabe y entendí todo lo que mi poco dominio del idioma me permitió.
El vuelo fue perfecto, tranquilo y sin sobresaltos. Sólo cuando estábamos llegando a la capital de Jordania hizo una bajada un poco brusca pero por lo demás no tuve que sufrir demasiado.
Al llegar a la terminal nos está esperando un corresponsal de la agencia. Así ocurre con todos los viajes organizados. El visado en Jordania cuesta 20 dinares. Sin embargo cuando existe un grupo de más de 4 personas (5 ó más) que entran y salen del país a la vez no se paga. Los corresponsales ya lo saben y gestionan el papeleo para que nos ahorremos un dinero. Eso les lleva un tiempo (nos dijo unos 25 minutos y yo creo que fue más) y que le dejemos los pasaportes pero vale la pena. Antes de pasar por el control es un buen momento de cambiar dinero (de hecho los mismos corresponsales te lo recomiendan). Según pude comprobar en mi caso el cambio en la oficina del aeropuerto era de 0,91 cuando en el hotel era de 0,80 por lo tanto vale la pena cambiar por lo menos un poco.
Después de arreglados los papeles y habiéndonos ahorrado ya un dinero el corresponsal nos hace subir a un autobús (que curiosamente sería el mismo que llevaríamos en todo el circuito) y nos llevan a los hoteles. No puedo hablar más que por mi experiencia personal. Mis hoteles eran la opción de 4 estrellas y en este caso no tengo queja. Sé que hubo gente (poca) que tenía de 3, un riesgo algunas veces en estos países, y sólo una pareja que se incorporó al día siguiente estaba en hoteles de 5. No lo creo necesario, pienso que con los de 4 puedes estar muy bien (siempre y cuando tengas suerte). El hotel que me tocó en Ammán era el Arena Space. He visto en Internet que las críticas que tiene son muy variadas pero en realidad no tuve ninguna queja. Sólo un día se olvidaron de poner las toallas pero al pedirlas las trajeron rápidamente. Si tuviera que ponerle una pega realista es que tiene escaleras para acceder al hall y si tienes que subirte o bajarte la maleta cuesta un poco (por no decir un mucho).
Después de acomodarnos bajamos a cenar. El hotel dispone de dos restaurantes, que van cambiando dependiendo del día. Las cenas son tipo buffet. No es que sea tan inmenso como otros que he tenido en otros sitios pero la comida estaba buena y no excedía de picantes o especias. De esa primera noche tengo que destacar una carne de ternera con cebolla y pimientos que estaba deliciosa. También había una destacable oferta de ensaladas que no probé por eso de ser prudente con los alimentos crudos en estos países para prevenir enfermar. Los postres no están malos pero con el paso de los días nos dimos cuenta de que siempre son más o menos los mismos. Había algunos tipo pudding o uno caliente que parecía pan mojado en leche con coco y pasas que era delicioso. Las bebidas no están incluidas pero puedes comprar una botella de agua de litro y medio por 2 dinares.
En la habitación encontraréis nevera con bebidas, gel, champú, secador de pelo y un set de costura. Los que necesiten dos almohadas para dormir no tendrán problemas porque cada persona tiene dos y en el armario hay otra.
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