El valle de Núria

El Valle de Nuria está en la provincia de Girona, en Catalunya, en un hermoso lugar a 1960 metros de altitud. A él sólo puede accederse mediante un tren cremallera, llamado así por el tipo de vía por la que discurre, muy parecido a una cremallera.

Es muy conocido por el santuario que alberga y por la imagen de la virgen del mismo nombre.

Cuenta la tradición que un santo, san Gil, llegó al valle hace muchos siglos, sobre el año 700, y se instaló allí durante 4 años. Se dice que talló una imagen de una virgen y una cruz y que para evangelizar a los pastores de la zona les hacía la comida. Con el tiempo el santo tuvo que huír huyendo de las persecuciones de los árabes y dejó escondidas la virgen, la cruz, la olla con la que hacía la comida y la campana con la que llamaba a los pastores, que no se encontrarían hasta 300 años más tarde.

Hoy en día se venera en el santuario una imagen de la virgen que es una talla policromada románica del siglo XII o del siglo XIII. La virgen lleva al niño en los brazos pero no ya como las primeras representaciones de las vírgenes, que eran meros asientos de Cristo, sino como una madre que muestra a su hijo.

Se considera a la Virgen de Nuria como patrona de la fertilidad y por ese motivo las mujeres que deseaban tener hijos subían a rezar a la virgen, metían la cabeza en la olla y tocaban la campana. Supuestamente son las originales. Hoy por hoy eso se hace como mera tradición.

No se sabe la fecha exacta de la fundación del santuario. Sí se conoce que en el siglo XII ya había un albergue que funcionaba como hospital y refugio de pastores. Junto a ese albergue había una capilla dedicada a la virgen. Ambos edificios se destruyeron en un terremoto en el siglo XV. Fueron reconstruídos en el siglo XVII y ampliados en el XVIII.

El santuario actual se construyó en 1911. Con posterioridad se construyó un hotel, en el cuál, en 1931 se redactó el primer estatuto de autonomía de Catalunya.

Como curiosidad decir que el rector de la parroquia huyó poco después de iniciada la Guerra civil con la virgen a Francia, tal es el valor simbólico de la talla. De ese modo conseguía salvarla de la destrucción. No regresó al valle hasta 1941.

Otro de los edificios importantes que encontramos en el valle es la ermita de San Gil, construída en el lugar donde se encontraron la talla y los demás objetos. La gente acostumbra a escribir sus peticiones y tirarlas dentro de ese recinto que se encuentra en el interior de la ermita.

Tiene una importante pista de esquí, un albergue de juventud y una zona lúdica.