martes, 27 de julio de 2010

Roda de Barà, el pueblo del arco

Situado en la comarca del Tarragonès, a escasos kilómetros de Tarragona, una de las ciudades de la Hispania romana más importantes de mi país, encontramos el municipio de Roda de Barà. Antiguamente estaba formado por dos núcleos de población, Roda y Bera, y algunos estudiosos consideran que su nombre derivaría de una fortificación del señor de Bera, dando ese significado a una palabra que en catalán significa "rueda" y que algunos han creído derivada de al-ràuda, "jardín o huerto" para los árabes. En cuanto a Bera parecería bastante evidente que se referiría a una persona, puesto que hay evidencias documentadas de personas con ese nombre desde el siglo IX (por ejemplo el conde godo Berà de Barcelona).

Hoy en día se afirma que el nombre alude al conde Berà de Barcelona, que fortificó la zona en el siglo IX. Gobernó la ciudad desde el 801 al 820. Fue, asimismo, conde de Girona y Besalú y, conde de Rasés y Conflent. Por lo tanto se trataba de un personaje principal de la época.

Era hijo de Guillermo, conde de Tolosa y primo de Carlomagno, y de la dama goda Khunegunda, su primera esposa. Su padre y los francos asediaron la ciudad de Barcelona, en manos de los árabes, y consiguieron dominar la plaza en el año 801. Berà fue nombrado conde. Después llevó a cabo diversas expediciones para controlar los límites del Ebro, para establecer una frontera natural a sus dominios. Sería en aquella época cuando alcanzó la zona de la actual Roda de Barà.

El municipio tiene 3 kilómetros de costa, de los cuáles 2 son playas. Pero si hay algo que da fama a la localidad es el Arco de Barà, romano y situado sobre la vía Augusta que atravesaría el municipio en época romana. Se trata de un arco honorífico de una única obertura construído en piedra calcárea procedente de alguna cantera cercana (hay varias en la zona). Data del reinado de Augusto, aproximadamente del año 13 a. C.

Tiene una inscripción que dice «Ex testamento L(ucio) Licini(o) L(ucio) f(ilii) Serg(ia tribu) Surae consa[...]».

Se levantó para marcar los límites territoriales y acabar con las disputas entre ilérgetes y cosetanos, dos pueblos íberos que habitaban la zona antes de la llegada de los romanos.
Se considera uno de los mejores ejemplos de arco en un único vano que se conservan en España.

Su fábrica es de "opus quadratum", o lo que es lo mismo sillares rectangulares de piedra caliza perfectamente escuadrados y colocados. En la parte inferior hay dos podium de planta rectangular que constan de tres hileras de sillares y una cornisa de sección restangular. La primera de las hileras es más grande en planta y tiene los sillares almohadillados. La piedra utilizada para esta parte es distinta a la del resto del monumento. Sobre estos podium se levantan dos grandes pilares con cuatro pilastras adosadas en cada uno. Estas, están situadas, dos en los vértices esteriores -dos alzados visibles- y las otras dos en los frentes -un alzado visible-, separados del lateral por el ancho de las dovelas del arco de medio punto que une los dos pilares. Este arco se comporta como bóveda al continuar todo el ancho de la construcción. Las pilastras están compuestas de una base ática, unos fustes acanalados con 6 estrías y unos capiteles corintios. Apoyado en ellas se encuentra un entablamento, del que nos queda el arquitrabe con moldura superior, y un friso igualmente moldurado que además tiene una inscripción. Sobre él se ha recontruido una cornisa con elementos originales recientemente recuperados. Del ático que culminaría el entablamento no tenemos referencia ni resto alguno.
Sus medidas principales son 12 m. de largo por 2, 40 m. de ancho. Cada pilar mide 3,70 m. en las fachadas principales por 2,40 m. en el ancho. La altura total es de 12,30 m. , que con el ático perdido llegaría cerca de los 14,70 m. El arco tiene una altura de 10,10 m. y un radio aproximado de 2,30 m.

Los sillares laterales del monumento no son los originales. Eso provoca que la inscripción no esté completa.

Como curiosidad comentar que hasta no hace demasiado tiempo se podía circular por debajo del arco, con el daño que eso puede provocar al monumento. Por fortuna al final se ha tomado conciencia de ello y ahora ya se pasa por los lados.

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